• La firma norteamericana acaba de presentar los nuevos uniformes que utilizará la Selección de Fútbol estadounidense en la fase de clasificación para Rusia 2018

La firma estadounidense Nike se ha metido en un importante conflicto con una de las selecciones abanderadas de la compañía en el continente europeo, la inglesa, cuyos responsables ya han manifestado su malestar a la compañía norteamericana por lo que consideran una afrenta y una minusvaloración de la importancia de la Selección Inglesa a nivel mediático y comercial.

La nueva camiseta de los Estados Unidos

A media mañana de ayer miércoles la firma norteamericana Nike hacía oficial los que serían los nuevos uniformes con los que la Selección Estadounidense de fútbol tratará de asegurarse la clasificación para la fase final del Mundial de Rusia 2018, unos uniformes que eran muy esperados por los aficionados de aquel país.

La elástica, en tonos rojos con matices color burdeos sobre los hombros, levantó expectación entre los hinchas norteamericanos pero también al otro lado del Atlántico, aunque para desconsuelo de la firma, no en el sentido de admiración que en el seno de la compañía esperaban.

Inglaterra estalla

Mientras la compañía comenzaba a analizar la reacción de los aficionados a la nueva camiseta allí en los Estados Unidos, al otro lado del Atlántico saltaban todas las alarmas en Inglaterra, donde la filial de la compañía en el Reino Unido comenzaba a recibir, a través de las redes sociales, numerosas quejas de los aficionados británicos.

El motivo, la casi total exactitud de la nueva camiseta norteamericana con la camiseta que la firma diseñó y presentó hace unos meses para la Selección de Inglaterra, algo que ha enojado enormemente a los aficionados británicos, que ven en este gesto una muestra más del poco cuidado y desprecio que la compañía lleva mostrando a los hooligans ingleses desde prácticamente el inicio de la relación con la Selección Inglesa.

La polémica deja de manifiesto, una vez más, una cada vez más extendida estrategia entre las grandes firmas de ropa deportiva: abandonar la exclusividad de la que hicieron gala en sus contratos hace unos años en sus relaciones con las entidades a las que patrocinaban para comenzar a elegir, ya desde hace algunos meses, una tendencia más que preocupante en cuanto a la falta de originalidad y creatividad que se esconde detrás de dichas estrategias.