• La postura podría ser seguida por otros grandes pesos pesados del vestuario azulgrana, sobre todo las grandes estrellas de nacionalidad extranjera.

La deriva en la que parece haberse instalado el proceso independentista catalán puesto en marcha desde hace meses por la Generalitat de Cataluña y que está viviendo durante estos días su máxima expresión, puede tener consecuencias muy serias, deportivamente hablando, a una de las instituciones deportivas catalanas que más se ha implicado en la defensa de dicho proceso como es el FC Barcelona, que puede ver como su jugador franquicia, el internacional argentino Leo Messi, puede abandonar el club si el procés catalán acaba consiguiendo sus reivindicaciones.

El proceso independentista

Aunque pueda parecer lo contrario y aunque el FC Barcelona se haya posicionado de una manera clara a favor de la independencia de Cataluña, lo cierto es que en el vestuario azulgrana se vive con honda preocupación todo lo que está sucediendo en los últimos días en la comunidad catalana.

La posibilidad de una declaración de independencia unilateral por parte del gobierno autonómico catalán y las consecuencias que ello podrían implicar en todos los ámbitos de la sociedad tiene una nueva derivada en el plano deportivo: qué pasaría con el FC Barcelona y, sobre todo, en qué competición jugaría a partir de ahora.

Preocupación

Esta situación ha llevado la preocupación al vestuario azulgrana, donde las grandes estrellas de la plantilla observan con recelo las consecuencias que podría suponer, a nivel deportivo en general y para el FC Barcelona en particular, una Cataluña independiente.

La posibilidad de que no pudiera disputar LaLiga, como así se ha encargado de repetir hasta la saciedad Javier Tebas, y de dejar al club fuera de la Champions League, como así han manifestado en reiteradas ocasiones los organismos europeos y la propia UEFA, tiene en vela a los pesos pesados azulgranas.

Jugadores estrellas

Porque ante todo, los jugadores son eso: profesionales que se dedican a la práctica deportiva y que miran por la protección de sus intereses. Y un FC Barcelona sumido en la ambigüedad a corto plazo acerca de su futuro competitivo es un motivo de preocupación para éstos más que importante.

Entre todos esos profesionales destaca un nombre: la figura de Leo Messi. El internacional argentino es la referencia a nivel deportivo de la entidad catalana pero su postura en todo este proceso difiere mucho de lo que los responsables de la directiva azulgrana hubieran deseado.

Messi fue el jugador que encabezaba el grupo de futbolistas que el pasado domingo se posicionó a favor de jugar ante la UD Las Palmas en un Camp Nou vacío frente a la otra parte liderada por Gerard Piqué. El futbolista consideraba que el daño que se le podía hacer la imagen del club y a la propia entidad, pérdida de puntos incluida, eran motivos más que suficientes para que no hubiera debate al respecto.

Marca Global

Pero además de ello, no debemos olvidar que Messi, además de un extraordinario futbolista, es una marca global de repercusión mundial. Un negocio que genera millones de euros al cabo del año que no puede permitirse el lujo de dar un solo paso atrás si quiere que esa máquina de generar riqueza siga perfectamente engrasada.

La sola posibilidad de ver como el FC Barcelona, aunque fuera tan solo un año, fuera de la primera plana deportiva de las competiciones más importantes del mundo por la declaración de independencia de Cataluña, es un lujo que ni el internacional argentino ni sus representantes (al igual que sucede con otras grandes estrellas extranjeras del vestuario azulgrana) quieren correr, sobre todo entrando el futbolista en la recta final de su carrera como está a punto de entrar.

Messi tiene tras de sí a marcas como adidas, Gatorade, Huawei o Tata Motors en un amplio catálogo de patrocinadores que le reportan al año 27 millones de dólares en patrocinios. Un juego que el futbolista no puede poner, ni mucho menos en riesgo.

Suspender la renovación

Por tal motivo, el argentino habría dado órdenes a sus representantes, encabezados por su padre, de suspender toda iniciativa para la renovación de su contrato con el FC Barcelona (paralizada a pesar de que Josep María Bartomeu anunció hace unos meses que ya estaba firmada y teniendo en cuenta que a partir de enero Messi es libre para negociar con quien desee) en tanto en cuanto no se aclare el futuro deportivo del FC Barcelona a nivel internacional.

No es el único. La posibilidad de un Barcelona fuera de las principales competiciones futbolísticas podría arrastrar a otras estrellas del club, sobre todo las de nacionalidad extranjera, a seguir los pasos del futbolista en caso de confirmarse la independencia de Cataluña.

Son pocos los que aceptarían seguir en una competición de índole menor. Ni siquiera la propia entidad azulgrana estaría capacitada para sobrevivir en ese nuevo escenario, donde su importancia y repercusión quedara limitada al mínimo, comenzando por la imposibilidad de asumir todas las fichas de los futbolistas. Una realidad que nadie en el club, ni los propios futbolistas, pierden de vista. Sobre todo, Messi.