• La polémica llega tras realizar el mismo de modo privado, en un estudio de radio, lo que ha generado multitud de suspicacias acerca de la limpieza del mismo tan solo unos días después de la crisis a la que ya tuvo que enfrentarse por el sorteo “machista” de las Next Gen ATP Finals.

Noviembre ha llegado acompañado de una enorme crisis de reputación para la Asociación de Tenistas Profesionales que, con tan solo unos días de diferencia, se ha visto envuelta en dos importantes polémicas que han llenado las redes sociales y los medios de comunicación de comentarios críticos que han dañado seriamente la imagen del organismo.

Falta de profesionalidad

Con la temporada casi finalizada, los sorteos de los dos últimos torneos del curso, el de las Next Gen ATP Finals, el “Masters Juvenil” de la ATP y el del propio Masters, han dejado sumida a la ATP en una verdadera crisis de reputación a nivel mundial que han desembolcado como consecuencia inmediata en una aparente y evidente falta de profesionalidad.

Con el primero de los sorteos, el de la novedosa competición que ha propuesto la ATP para enfrentar entre sí a las ocho mejores raquetas de la temporada menores de 21 años, a la ATP le llovieron críticas por el tufillo machista que el mismo destilaba. Con el segundo, el sorteo del Masters, se le ha criticado una falta de claridad más que evidente.

Machismo

La presente semana comenzaba con el sorteo de las Next Gen ATP Finals que tuvo lugar el pasado lunes. La ATP lo tenía todo preparado para el primer acto oficial de su nueva competición que había llamado poderosamente la atención entre aficionados y medios de comunicación. Sin embargo, el “modus operandi” para proceder al sorteo del mismo y distribuir a los jugadores en los diferentes grupos fue un verdadero escándalo.

Así, cada jugador debía elegir entre las presentes una modelo, que de forma sugerente escondía en su cuerpo una letra para emparejar a los protagonistas. El revuelo que se generó en las redes sociales propició que la ATP y el sponsor principal del evento, la firma de bebidas energéticas Red Bull, no tuvieran más remedio que emitir un comunicado de disculpas, comunicado que llegó lo suficientemente tarde como para que ambas entidades tuvieran que enfrentarse a una importante crisis de reputación online de la que aún están intentando salir. La argumentación dada para proceder a una manera tan denigrante de decidir los grupos era un ridículo intento de asociar la ciudad donde se va a disputar el torneo, Milán, capital de la moda, con el mundo del tenis.

Sin testigos

Pero cuando las aguas parecían que intentaban volver a su cauce, la ATP se ha visto envuelta en otro importante lío como consecuencia del último sorteo del año, el del torneo más importante de la temporada después de los cuatro Grand Slam: el de las Nitto ATP Finals. Y todo como consecuencia de la manera en la que la ATP ha decidido llevarlo a cabo.

Con las críticas por el escándalo del sorteo de las Next Gen ATP Finals aún recientes, la organización, apenas dos días después del polémico sorteo de Milán, y aunque sin los tintes machistas del mismo, se ha visto envuelta en otro escándalo que ha arrastrado de manera definitiva su imagen por los suelos después de que la misma decidiera llevar a cabo el sorteo del Masters de manera privada, sin testigo alguno y en un estudio de radio.

Así, al contrario de lo que sucede en la mayoría de Masters 1000, donde tanto medios de comunicación como aficionados pueden ver cómo transcurre el sorteo a través de grandes pantallas dispuestas en el propio recinto donde se va a celebrar el mismo, el de las Nitto ATP Finals no ha contado con testigo alguno. El selecto grupo encargado de llevarlo a cabo se ha reunido en un estudio de radio donde se ha procedido a su celebración y desde donde se ha comunicado el emparejamiento del mismo, lo que ha ahondado aún más en la más que importante crisis de reputación de marca a la que en estos primeros días de noviembre se está enfrentando la ATP y que se ha llevado por delante buena parte de su credibilidad a nivel de organización de cara a aficionados y medios de comunicación y de su potencial comercial de cara a los patrocinadores.