- El centrocampista alemán ya habría hecho llegar, a través de su representante, las condiciones por las que accedería a una prolongación de contrato con el club londinense.
Desde que el mundo del marketing y los negocios irrumpió en el deporte, cualquier pequeño detalle, por aparentemente insignificante que sea, puede decidir la toma de decisiones en uno u otro sentido dentro del mismo. El mundo del fútbol no es ajeno a esta manera de actuar y cada día asistimos a situaciones en las que aspectos tan irrelevantes como puede ser el número con el que disputará un jugador sus encuentros puede decidir continuar el que el mismo continúe en un club o no.
Más dinero y el número 10
El último gran ejemplo de este tipo de tácticas en las que aparecen implicados jugador, clubes y marcas de ropa deportiva, lo vivimos en estos días en uno de los clubes punteros de la Premier League a través de uno de sus cracks.
Así, el internacional alemán del Arsenal, Mesut Özil habría exigido al club londinense para prolongar su relación con el mismo un importante aumento de salario pero, además, el cumplimiento de una petición algo particular: quiere por contrato garantizarse jugar los partidos con el número 10 a la espalda.
Condición innegociable
Según informan medios británicos, esa es la principal condición, incluso casi superior a la económica, que ha impuesto el futbolista como garantías para renovar su alianza con el Arsenal.
Los motivos: nuevamente vinculados con el mundo del marketing deportivo. El jugador considera que el 10 en su espalda es un importante reclamo comercial para su imagen personal y la de la marca que lo patrocina, la multinacional alemana adidas, algo que va en beneficio de su propio interés en todo lo que se mueve fuera del terreno de juego en el mundo de los negocios.
El movimiento no es sencillo y viene a sacar a la luz otra importante batalla entre las dos grandes firmas dominadoras del mundo del deporte: adidas y Nike. El número 10 en la actualidad está en posesión de la joven estrella inglesa Jack Wilshere, uno de los principales embajadores de Nike, de solo 25 años de edad y uno de los puntales de la selección inglesa.
Sin embargo, las lesiones han ido restando protagonismo al inglés, lo que puede abrir una puerta a las posibilidades que tienen Özil (y adidas) de conseguir uno de sus grandes objetivos: el “10” del Arsenal.